sábado, 5 de marzo de 2011

CARNAVAL, CARNAVAL

Ya ha llegado el tan esperado Carnaval. Esta noche, Josuko y yo iremos a Águilas, los carnavales más famosos de toda la Región de Murcia.

Nuestro disfraz es muy simple: de calle.

¿Farolas y árboles en los costados, ropa gris y rayas blancas en el centro?

No, este año no me disfrazo. ¿El motivo?

He puesto yo mismo el listón muy alto. Haciendo memoria, los años anteriores me he disfrazado de realeza/aristocracia, y este año ya no me quedaban más títulos nobiliarios de los que disfrazarme.

Hace unos años, en el primer carnaval en el que me disfracé, en Alicante, lo hice de Princesa Rosa. Según Perseguida, más que una princesa, parecía Massiel con tiara... Pero creo que era envidia...

El siguiente año, subí en el escalafón real, y me disfracé de Queen Elizabeth I, o Reina Isabel Primera de Inglaterra (para los que no saben inglés). Como el disfraz era para chica, una modista le tuvo que añadir un trozo a la espalda... Creo que fui la reina con la espalda más grande de todos los tiempos...

Al año siguiente, cambiamos de ciudad y nos fuimos a Águilas, y por lo tanto, decidí cambiar el tema de la aristocracia por otro más llano. Decidimos disfrazarnos de Manolas (las viudas que salen con mantilla negra en las procesiones de Semana Santa).

Pero al año siguiente, ya estaba arrepentido de haber dejado el tema aristócrata, así que volví a el, para encarnar a la gran Baronesa Tyssen. Pero no en cualquier momento de su vida. No, no.

Elegí uno de los momentos más totales de la gran Tita Cervera: su encadenamiento a uno de los árboles del Paseo del Prado gritando "No a la tala!"

Así fui yo por todo Águilas. Con árbol y cadenas incluidos, gritando "No a la Tala" y la gente coreandome... También decidí salir con tacones, para darle más espectacularidad al disfraz, pero...

JURO QUE NUNCA MÁS SALDRÉ CON TACONES!!!!!!!

Acabé con los pies destrozados... Y casi me parto el tobillo en dos ocasiones. Al final de la noche, Perseguida me tuvo que cambiar los zapatos porque yo ya no podía más.

Por fin ya, el año pasado, decidí que tenía que subir el último escalafón en esto de la aristocracia, y disfrazarme de la persona que más títulos tiene en el mundo (que yo conozca): la Duquesa de Alba.

Este año, como ya no tenía ideas de a qué personaje aristocrático encarnar, he decidido hacer un pequeño paréntesis y darme un año más para pensar en un personaje digno para mí.

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