PUENTE EN MADRID

Antes de nada, quiero pedir a todos mis lectores (a los cuatro) disculpas por no haber escrito nada aún sobre el puente, pero es que he tenido unos días bastante ajetreados y no he estado ni en casa (os lo contaré más adelante).

Como tengo muchas cosas que contar y ya ha pasado tiempo, resumiré todo el puente en esta entrada...

Gracias a los controladores, el viaje chic a Madrid que teníamos preparado, se convirtió en un viaje de 4 horas en coche. En fin, menos mal que en buena compañía se hace deprisa, ¿a que sí Josuko?

El sábado llegamos al hotel directamente a descansar un poco antes de salir. Tras ducharnos y vestirnos, tocó hacer el ritual que siempre toca hacer cuando salgo de viaje con Josuko: CREMAS MIL!

Tras embadurnarnos la cara de cremas y demás productos cosméticos, nos fuimos a cenar a nuestro restaurante favorito de Madrid (es una trattoria italiana normal, aunque se cena de maravilla, y sobre todo, está cerca del hotel, así no tenemos que andar mucho).

A mí se me ocurrió pedir vino para cenar... Con lo poco acostumbrado que estoy al vino, cuando acabamos de cenar, yo ya veía casi doble... Luego quedamos con Rubén, un amigo mío afincado en Madrid y nos fuimos de pubs por el centro.

Como ahora me he pasado al bando del gintonic (adiós whisky) comencé a pedir esta sabrosisisíma bebida en la barra:

- Hola, ¿me puedes poner un Bombay Saphire con Ginebra? - solicité educadamente al camarero.

- Esto... ¿perdón? - me respondió él.

- Un Bombay Saphire con Ginebra!

- ¿BOMBAY SAPHIRE CON GINEBRA?

Al oirlo de sus labios caí en la tremenda gilipollez que estaba diciendo...

- Perdón, quise decir con tónica... Es que soy novato en esto de los Gintonics...

Con la mirada que me echó el camarero, en ese momento también comprendí que hay cosas que uno debería callarse siempre...

- ¿Tienes limón para exprimirle? - volví a preguntarle al camarero.

- Tengo Pulco.

- Pulpo no, quiero limón.

El camarero ya no me contestó. Se dio la vuelta, cogió una botella amarilla y me la enseñó (la botella). En ella ponía bien grande:

PULCO

Limón

Tras el vino y los gintonics, empecé a estar considerablemente afectado... Josuko y Rubén se fueron a una barra a pedir, mientras yo hacía de RRPP de la discoteca, hablando con todo kiske... Y me perdí...

Busqué y busqué. Pero de ninguna manera los encontré... Metí mi mano en en bolsillo de la camisa y vi... EL TICKET DE LOS ABRIGOS!!!

Así que ideé una fórmula mágica para encontrar a Josuko y Rubén. Cogí mi teléfono móvil, y le mandé a Josuko el siguiente mensaje:

"O apareces en 5 minutos o te vas solo al hotel y sin tu abrigo"

Borde. Pero dio resultado...

Pero claro, yo iba afectado, muy muy afectado. Así que empecé a recriminarles que me habían dejado tirado y tanto, tanto lo repetí, que acabé llorando cual magdalena... Aunque el llanto se me pasó al notar cómo una lentilla se me salí del ojo izquierdo e iba a parar a... bueno, en realidad estaba en mi mejilla, pero yo empecé a gritar:

- ¡QUE NADIE PASE POR AQUÍ, QUE SE ME HA CAÍDO UNA LENTILLA AL SUELO!!!!!!!

Hasta que me toqué la mejilla y noté que mi lentilla estaba ahí, no levanté el cordón policial que había puesto alrededor de donde nos encontrábamos.

Al día siguiente, una vez repuesto de la resaca del vino y la ginebra, volvimos a salir. Esta vez quedamos con DannySucco (sé que no te gusta que te llame así, pero ese es tu nombre "artístico" y punto en boca!).

La noche se puede resumir en dos frases que DannySucco no paraba de repetir:

- ¿Por qué no bailáis? (porque no somos Shakira)

- ¿Por qué te miran y a mi no me mira nadie?

Pero lo pasamos de pu** madre en aquella discoteca con los baños encharcados en una plasta negra y con los azulejos llenos de vaho del sudor.... ¡Qué asco, por Dios!

De lunes a miércoles ya estuvo la cosa más tranquila, aunque también lo pasamos muy bien. Sobre todo cuando llegó nuestro fantástico amigo el Monologuista, a quien oirlo hablar, es como estar presenciando un programa de la Paramount Comedy... (créeme, sigo pensando que el de LABATAMANTA eres tú... ES TU VOZ!!!!).

En fin, con esto pongo punto y final a un puente que recordaré por ser el último puente con descuento de empleado en el peazo de hotel de 5* en plena Castellana...