Ayer estaba un poco choff, así que, al salir del trabajo, me decidí en poner remedio a ese mal que a todos nos agita de vez en cuando: la depre eventual.
Y… ¿qué es lo mejor para sanar la depre eventual?
¡IRSE DE COMPRAS!
Por supuesto.
Así que, salí unos 10 minutos antes del trabajo (me aburría mucho) y me fui directo a obtener mi pronta recuperación.
Primeramente fui al centro comercial outlet (no diré el nombre por aquello de no hacer publicidad gratuita en mi blog si no me pagan, jeje), que aunque uno tenga estilo, lo que no tiene son “muchos dineros”…Entré a todas y cada una de las tiendas…
- Hola, buenas tardes, ¿te puedo ayudar? – me dijo una de las dependientas.
- Estoy echando un vistazo nada más.
- Si necesitas algo me llamas.
- Vale. (¿Si necesito dinero también? Define “algo”)
Finalmente me compré dos camisas y una corbata. Vale, una de las dos camisas era para llevarla con gemelos, que no tengo, pero… es que era tan bonita y tan… lila!!!
- Zapatos! Me hacen falta zapatos! – me dije.
Así que me puse a mirar en todas las tiendas por si encontraba algunos que me gustaran. Pero como no encontré, pensé en ir al centro comercial en el que trabaja Princesa-pero-no-por-ello-menos-zorra.
Allí sí encontré unos zapatos que me gustaron mucho, así que me los compré. Al salir de la tienda, llamé a Princesa y me pasé por la tienda en la que trabaja.
Princesa ha adelgazado un montón, por lo que tuve que pasar dos veces por delante de ella para poder verla. El mal de amores consume, ¿eh? Creo que voy a tener que enamorarme y sufrir para adelgazar como Princesa ¿alguien se ofrece?...
Bueno, al final del día, me dí cuenta de que para “sanar” mi pequeña depre o bajón, me había gastado 130 euros… Creo que me habrían salido más barato hacerme un cocktail de Prozac…
Y… ¿qué es lo mejor para sanar la depre eventual?
¡IRSE DE COMPRAS!
Por supuesto.
Así que, salí unos 10 minutos antes del trabajo (me aburría mucho) y me fui directo a obtener mi pronta recuperación.
Primeramente fui al centro comercial outlet (no diré el nombre por aquello de no hacer publicidad gratuita en mi blog si no me pagan, jeje), que aunque uno tenga estilo, lo que no tiene son “muchos dineros”…Entré a todas y cada una de las tiendas…
- Hola, buenas tardes, ¿te puedo ayudar? – me dijo una de las dependientas.
- Estoy echando un vistazo nada más.
- Si necesitas algo me llamas.
- Vale. (¿Si necesito dinero también? Define “algo”)
Finalmente me compré dos camisas y una corbata. Vale, una de las dos camisas era para llevarla con gemelos, que no tengo, pero… es que era tan bonita y tan… lila!!!
- Zapatos! Me hacen falta zapatos! – me dije.
Así que me puse a mirar en todas las tiendas por si encontraba algunos que me gustaran. Pero como no encontré, pensé en ir al centro comercial en el que trabaja Princesa-pero-no-por-ello-menos-zorra.
Allí sí encontré unos zapatos que me gustaron mucho, así que me los compré. Al salir de la tienda, llamé a Princesa y me pasé por la tienda en la que trabaja.
Princesa ha adelgazado un montón, por lo que tuve que pasar dos veces por delante de ella para poder verla. El mal de amores consume, ¿eh? Creo que voy a tener que enamorarme y sufrir para adelgazar como Princesa ¿alguien se ofrece?...
Bueno, al final del día, me dí cuenta de que para “sanar” mi pequeña depre o bajón, me había gastado 130 euros… Creo que me habrían salido más barato hacerme un cocktail de Prozac…
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