jueves, 3 de junio de 2010

VUELTA A ALEMANIA, Vol.3

El mismo viernes, fuimos a dar una vuelta por el centro de Stuttgart (ciudad en la que vive mi prima), ya que no queríamos estar muy cansados para hacer el gran viaje al dia siguiente al país de los quesos, las vacas y los Alpes, Suiza.

Como no hay dos sin tres, Pétalo volvió a querer ser el centro de atención. Yo, cual buen nieto generoso y amable, iba empujando la silla de ruedas de Burbuja, mientras Pétalo, iba destrás de mí hablando con la otra supernena y con mi prima. De repente, noté un leve golpecito en mi talón. Al mirar para atrás, vi a Pétalo con la boca abierta. Volví a mirar hacia delante y oi un grito que me hizo volver a mirar hacia detrás. Vi a Pétalo medio-levitando en posición semi-horizontal, lo que viene a llamarse CAEYÉNDOSE. Giré la cabeza 180° porque Pétalo se desplazó en el aire hacia su izquierda. Cuando la tenía girada a mi izquierda, Pétalo se había vuelto sobre sí misma y había caido en el suelo boca arriba. Vamos, que no sé como lo hizo, pero cayó a cámara lenta para que la viera bien todo el mundo.

- Ay, ay, que verguenza... -dijo Pétalo- Es la segunda vez que me caigo en menos de dos meses... aunque la otra vez fue porque me iba mirando el culo en un escaparate...

Mientras bajábamos al centro de la ciudad, Burbuja y Cactus iban comentando todo lo que se encontraban a su paso... Monumentos???? No:

- Mira Burbuja, mira qué petunias más preciosas - decía Cactus.
- Sí que es verdad, y has visto esos pensamientos?
- Qué pensamientos más bonitos... Mira ese balcón! Cuántos geranios!
- Qué precioso, aunque yo las habría puesto todas del mismo color. Una franja roja arriba y otra igual abajo...
- Calla, mejor cada uno de un color. Los geranios son para mezclar los colores...

Si lo llego a saber las llevo de viaje al invernadero de Santomera, en vez de a Alemania...

El sábado en la magnana nos levantamos temprano. El guiri (realmente, el marido de mi prima era el único no-guiri en alemania, pero siempre será el guiri) y yo teníamos que ir a coger el coche de alquiler para poder hacer el viaje a Suiza.

El guiri se puso a hablar con el de la tienda en alemán y yo, como no entendía nada de nada, miraba con cara de lelo a los dos...

- Firma aquí - me dijo el guiri.

Yo, pese a no saber qué estaba firmando, me fie del guiri y firmé, aunque yo entendía:

- Empujen, estrujen, empujen...

Pues si a este coche hay que empujarlo para que funcione, mejor alquilamos otro...

Al salir, vimos el "maravilloso" coche. Como llevaba alguna "pegatinita" de propaganda, nos costó más barato... Pero el coche apenas era cantoso...

To be continued...

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