Llegó el día M... de Madrid y Josuko y yo habíamos quedado a las 8:30 de la mañana (madrugón) en la estación de autobuses para coger el "pijo bus" hasta Madrid.
Como de costumbre, entre pitos y flautas, se me hizo tarde para coger el bus que me llevase a la estación, así que pensé:
- Arándano, taxi o coche??... Pros: taxi te olvidas de buscar aparcamiento, coche te olvidas de pagar 15 euros. Contras: taxi 15 euros, coche... Decidido, voy en coche...
Llegué a los aledaños de la estación de autobuses y...
¡¡Bien!! Cuánto sitio para aparcar!!!! Ah no, ese es azul, y ese de ahí también...
Me alejé un poco de la estación de autobuses y... ¡JOD*R TODO ES AZUL!!!
Por fin!!! Uno que no es azul!!! Este es... ¡VERDE!
Todos los sitios blancos (los que no se paga) estaban ocupados y en los azules, solo puedes echar dinero para dos horas y media... ¿Qué pasa con el resto de la mañana del sábado?
Josuko me empezó a llamar por teléfono para meterme prisa... Eran ya las 8:50 de la mañana, el "pijo bus" salía a las 9:00, y yo sin aparcar aún... Así que, decidí hacer una locura... DEJÉ EL COCHE EN ZONA AZUL Y TAN SOLO LE ECHÉ 50 CTS AL PARKÍMETRO!!!!
Total, si ya me multarán por no pagar 2:30 horas, qué más da que pague 30 minutos que 2:30 horas (en el último capítulo contaré el desenlace del parking...)
Llegué a la estación de autobuses y fuimos directos al "pijo bus". En el "pijo bus", había una azafata esperándonos para subir.
- ¿Me permite su equipaje, caballero? - me dijo amablemente.
- Claro, aquí tienes.
- ¿Son piedras lo que porta, señor?
- No, es mi armario casi entero...
Como la noche anterior no tenía ganas de calentarme la cabeza en qué me iba a poner el finde y qué no, me decidí a planchar casi todo lo que tenía y vaciar mi armario en la maleta...
Una vez arriba, los asientos eran lo más parecido a asientos de avión, más que asientos de autobús... Teníamos hasta prensa y revistas del corazón para poder leer...
El "pijo bus" se puso en marcha y la azafata, al más puro estilo Iberia, nos dio la bienvenida al "pijo bus" y nos presentó al pilo... al conductor.
Cuando llevábamos apenas una hora de viaje, la azafata pasó con unos suculentos bizcochitos y palmeritas y con zumos y refrescos para todos los pasajeros...
El bus hizo su primera parada en Caga-y-Vete... digo en Albacete. Tras proseguir el viaje, la azafata volvió a pasar con más bebida y, esta vez, con unos bocadillos para los pasajeros...
- Ummm, bocadillos.... ¿de qué serán?
- De chorizo - me dijo Josuko.
- ¿Chorizo? ¡Cómo se atreven! ¿Qué quieren? ¿Que salgamos todos con mechas del bus????
Tras una sesión gratuita de mechas en el bus, llegamos a nuestro destino: Madrid, Estación Sur.
Como de costumbre, entre pitos y flautas, se me hizo tarde para coger el bus que me llevase a la estación, así que pensé:
- Arándano, taxi o coche??... Pros: taxi te olvidas de buscar aparcamiento, coche te olvidas de pagar 15 euros. Contras: taxi 15 euros, coche... Decidido, voy en coche...
Llegué a los aledaños de la estación de autobuses y...
¡¡Bien!! Cuánto sitio para aparcar!!!! Ah no, ese es azul, y ese de ahí también...
Me alejé un poco de la estación de autobuses y... ¡JOD*R TODO ES AZUL!!!
Por fin!!! Uno que no es azul!!! Este es... ¡VERDE!
Todos los sitios blancos (los que no se paga) estaban ocupados y en los azules, solo puedes echar dinero para dos horas y media... ¿Qué pasa con el resto de la mañana del sábado?
Josuko me empezó a llamar por teléfono para meterme prisa... Eran ya las 8:50 de la mañana, el "pijo bus" salía a las 9:00, y yo sin aparcar aún... Así que, decidí hacer una locura... DEJÉ EL COCHE EN ZONA AZUL Y TAN SOLO LE ECHÉ 50 CTS AL PARKÍMETRO!!!!
Total, si ya me multarán por no pagar 2:30 horas, qué más da que pague 30 minutos que 2:30 horas (en el último capítulo contaré el desenlace del parking...)
Llegué a la estación de autobuses y fuimos directos al "pijo bus". En el "pijo bus", había una azafata esperándonos para subir.
- ¿Me permite su equipaje, caballero? - me dijo amablemente.
- Claro, aquí tienes.
- ¿Son piedras lo que porta, señor?
- No, es mi armario casi entero...
Como la noche anterior no tenía ganas de calentarme la cabeza en qué me iba a poner el finde y qué no, me decidí a planchar casi todo lo que tenía y vaciar mi armario en la maleta...
Una vez arriba, los asientos eran lo más parecido a asientos de avión, más que asientos de autobús... Teníamos hasta prensa y revistas del corazón para poder leer...
El "pijo bus" se puso en marcha y la azafata, al más puro estilo Iberia, nos dio la bienvenida al "pijo bus" y nos presentó al pilo... al conductor.
Cuando llevábamos apenas una hora de viaje, la azafata pasó con unos suculentos bizcochitos y palmeritas y con zumos y refrescos para todos los pasajeros...
El bus hizo su primera parada en Caga-y-Vete... digo en Albacete. Tras proseguir el viaje, la azafata volvió a pasar con más bebida y, esta vez, con unos bocadillos para los pasajeros...
- Ummm, bocadillos.... ¿de qué serán?
- De chorizo - me dijo Josuko.
- ¿Chorizo? ¡Cómo se atreven! ¿Qué quieren? ¿Que salgamos todos con mechas del bus????
Tras una sesión gratuita de mechas en el bus, llegamos a nuestro destino: Madrid, Estación Sur.
To be continued...
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